A partir del 1 de enero de 2026, Porto Seguro, destino ubicado en el sur del Estado de Bahía en Brasil, comenzará a aplicar una Tasa de Preservación Ambiental (TPA) a los visitantes que lleguen en vehículo. La medida alcanzará no sólo a la ciudad principal, sino también a los balnearios Arraial d’Ajuda, Trancoso y Caraíva.

El cobro, que se realizará de manera automática mediante la lectura de patentes, busca regular el flujo de turistas, mejorar la movilidad urbana y reducir la presión sobre las áreas naturales. Las tarifas variarán según el tipo de vehículo y el tiempo de estadía: las motocicletas abonarán 3 reales por día; los autos, 9,90; las camionetas, 12,90 y los autobuses hasta 70 reales. Los camiones y acoplados pagarán el máximo: 90 reales diarios. Un real equivale a alrededor de $ 270 según la cotización de este viernes.

El sistema no tendrá peajes ni puestos de control: todo se gestionará de forma digital mediante plataformas online o puntos de pago autorizados. Quedarán exentos los residentes, los vehículos de servicios públicos y los que permanezcan menos de ocho horas dentro del municipio.

El objetivo de proteger el medioambiente

La empresa Eco Porto Seguro será la encargada del monitoreo mediante cámaras instaladas en los accesos principales. En caso de incumplimiento, los infractores deberán pagar una multa equivalente al 50% del monto adeudado. Según el Gobierno local, los fondos recaudados se destinarán a obras de infraestructura, movilidad sustentable y restauración ambiental.

Aunque algunos empresarios locales temen que el cobro reduzca la llegada de visitantes, el municipio sostiene que el objetivo no es recaudar más dinero, sino proteger el entorno y ordenar el crecimiento turístico. Con más de dos millones de visitantes anuales, Porto Seguro enfrenta los mismos desafíos que otros destinos de moda en Brasil, como Bombinhas o Fernando de Noronha, donde las tasas ambientales ya mostraron resultados positivos.

El desafío será lograr que la medida equilibre el disfrute de los turistas con la preservación de los paisajes que hacen de Porto Seguro uno de los lugares más encantadores del país.